Para
García Montero hay dos conceptos importantes: la persona autorregulada y la
autorregulación del aprendizaje.
Plantea
que hay que comprender el proceso de autorregulación en un marco integrador y
evolutivo y explicarlo desde edades tempranas y preadolescentes para formar y
desarrollarlo.
La
forma más actual y avanzada de explicar la autorregulación es considerando la
interacción de los procesos cognitivos y afectivos en un proceso único y en
interacción con las relaciones sociales.
Labarrere
dice que la autorregulación es una propiedad de la personalidad y de la
conducta, relacionada con todos los procesos que intervienen en el
funcionamiento de la personalidad y que se define: “toda actividad que un
sujeto realiza para generar, mantener y modificar su comportamiento en
correspondencia con fines u objetivos trazados por él o aceptados como válidos,
aunque hayan sido formulados por otra persona”.
1.
Autorregulación
como resultado de la evolución y desarrollo de los procesos
afectivo-motivacionales
En
el momento de incentivación de la actividad autorregulada se otorga gran
énfasis a las disposiciones motivacionales previas para aprender; también hay
que considerar los estados afectivos y los intereses personales en relación a
las materias.
El
desempeño infantil autorregulado debe responder a la interrelación de los dos
tipos de motivaciones: intrínsecas y extrínsecas.
Los
estados emocionales son fundamentales en los distintos momentos del proceso
autorregulador: planificación, ejecución y control, que se producen tanto en el
plano consciente como inconsciente.
Los
objetivos y metas son también determinantes en la planificación y orientación
de la actividad. Los objetivos pueden ser elaborados por el alumno, construidos
con los compañeros, o dados por el profesor para ser aceptados como propios si
se asumen de forma personalizada y tienen significados propios. La elaboración
de objetivos está ligada a la metacognición
y es fruto de la construcción social (trabajo grupal). Las metas
traducen los objetivos en aspiraciones más concretas, personales; son
coordinadas y jerarquizadas.
También
son importantes las atribuciones de éxitos y fracasos que deben ser correctas y
hay que aceptar las consecuencias. Las atribuciones provocan el nivel de
expectativa y de aspiración: la capacidad de autorregulación está muy
condicionada por las expectativas de logro, de control y de autoeficacia.
2.
Autorregulación
determinada por procesos cognitivo-intelectuales
Se
expresan a través del concepto de metacognición o autorregulación
metacognoscitiva. La metacognición se define como “conocimiento que uno posee
acerca de sus propios procesos cognoscitivos y productos o sobre algo
relacionado con ellos”. Su principal propósito es regular los procesos
cognitivos y psíquicos, de forma consciente y dirigida. El conocimiento de sí
mismo se incluye entre los aspectos metacognitivos y cognitivos que intervienen
en la autorregulación.
3.
Autorregulación
desde su mecanismo operativo (estructura funcional)
Labarrere
la llama “autorregulación técnico-operativa o de la esfera de ejecución de la
actividad.
Para
Kossakowski la autorregulación se produce por la predicción de las metas y la
planificación de procedimientos para alcanzarlos. Señala cuatro unidades
funcionales de la acción: incentivos, la orientación y planificación, ejecución
y control o autocontrol. El autocontrol está muy vinculado a la autocorrección,
tanto de estrategias y acciones cognitivas, como de las acciones conductuales;
en general su función no es sólo correctiva y evaluativa, sino mucho más
proactiva y anticipadora. Mediante la autoevaluación puede corregir acciones,
comprobar su corrección y adecuarlas; se complementa con la evaluación social.
4.
Formación
de la autorregulación para la actividad del aprendizaje escolar
En
los niños sebe entenderse desde su perspectiva de desarrollo y en todo su
dinamismo, ya que la personalidad está en formación, por lo que hay que
considerar los logros de desarrollo reales y los potenciales, así como la
formación y el aprendizaje.
La
estimulación del maestro es fundamental, a través de las interacciones para el
tránsito de la regulación externa a la autorregulación. El andamiaje de Bruner
y la zona de desarrollo próximo también son importantes.
El
aprendizaje autorregulado ofrece ventajas psicológicas, pedagógicas y
organizativas, para la adaptación individualizada a las características
personales del alumno.
5.
Direcciones
de desarrollo de la autorregulación del aprendizaje llevadas a cabo en la
experiencia práctica y transformativa del Programa PRYCREA:
·
El
desarrollo de la autorregulación de la conducta o del comportamiento para
aprender
El diálogo
cooperador, reflexivo, crítico y creativo, las interacciones y la autoexpresión
son recursos fundamentales y deben promoverse en el aula; exigen normas y
reglas internas de comportamiento que deben ser construidas y aplicadas por los
alumnos para que aprendan a regular su comportamiento de forma cooperativa. El
control del maestro se va sustituyendo por el control entre los propios alumnos
y el autocontrol.
·
El
desarrollo de la autorregulación de los procesos cognitivos y metacognitivos
del aprendizaje
La
expresión más evidente de regulación cognitiva en el Programa está en la
estimulación de la autocorrección como resultado de un pensamiento de más alto
orden, que implica autorregulación del proceso de pensar y que se refleja en
los recursos y habilidades para la apertura mental y la flexibilidad.
Los
alumnos se llevan consigo el recuerdo de la experiencia para internalizarla,
reflexionan nuevamente, revisan sus propias ideas y las de los demás y
construyen una representación de lo que sucedió y de los conocimientos obtenidos.
·
El
desarrollo del mecanismo operativo de la autorregulación: la planificación,
evaluación y control del mismo
Los
alumnos emplean los momentos interactivos para elaborar parámetros evaluativos
y de crítica, primero a nivel grupal y luego individual para autoevaluar lo que
ellos hacen y dicen (autocrítica). Estos parámetros orientan las estrategias de
la lectura crítica, el razonamiento analógico y la elaboración creativa. Las
experiencias las ejemplifican con el método de aprendizaje de la “ciencia ficción”
en el que se emplean sesiones que llaman “competencias con la mente” en las que
se realiza el análisis y evaluación crítica de los productos creativos de los
alumnos.
Las
experiencias prácticas del Programa han demostrado que los alumnos logran mayor
responsabilidad por el aprendizaje propio y por el de los demás, toman
iniciativas y decisiones propias, aumenta la participación, la necesidad de
exponer sus criterios con mayor libertad y fuerza argumentativa, sin temores a
la equivocación y aprovechando productivamente los errores para la corrección
colectiva y la construcción de los conocimientos.
6. El estudio autorregulado y el aprendizaje
cooperativo (Torre Puente)
La autorregulación la define como conjunto de mecanismos
aprendidos durante toda la vida que permiten dirigir de forma constante y
continuada la conducta propia, Se aprende a regularse a lo largo del ciclo
vital por medio de la práctica continuada, del esfuerzo, de invertir tiempo y
rectificar errores en base al objetivo. El profesor puede facilitar el
aprendizaje de la autorregulación y del estudio.
Kanfer propone un modelo teórico de autorregulación en el
que el camino más corto para dirigir desde sí mismo el comportamiento pasa por
la enseñanza de:
· Autoobservación:
Necesaria para alumnos y profesores. Enseñar a autoobservarse es el primer paso
para lograr una autodirección personal; los alumnos no pueden influir mucho en
su conducta de estudio si no prestan atención a los aspectos relevantes de la
misma; deben ser entrenados por el profesor para que desarrollen esas
habilidades y puede hacerlo proponiéndose como modelo que practica su propia
autoobservación haciéndose preguntas para mejorar su práctica. Ej: Repasando la
película de la clase anterior, me he dado cuenta….. Llevar un diario sobre su
quehacer docente le sirve para reflexionar. También puede enseñar directamente
el procedimiento:
-
Da definiciones claras y sencillas de las
conductas a observar.
-
Da instrucciones claras y sencillas sobre
cómo autoobservarse.
-
Demuestra el procedimiento y nombra cada
paso.
-
Da instrucciones escritas y/o gráficas de la
autoobservación del alumno.
-
Le pregunta si tiene dudas.
-
Verifica la adquisición de habilidades en
situaciones análogas.
-
Especifica criterios para comprobar si la
autoobservación ha sido precisa.
-
Da refuerzo material y social.
La
autoobservación puede producir “reactividad” que significa que ha introducido
mejoras en un comportamiento después de autoobservarlo.
La
experiencia que propone para concienciar a los alumnos respecto a la importancia
que tiene el tiempo dedicado al estudio me parece muy útil, eficaz y factible
para llevarla a cabo.
· Autoevaluación
Suele asociarse y contraponerse a
heteroevaluación o evaluación de conocimientos de una asignatura por el
profesor. La autoevaluación es emitir un juicio sobre la propia actuación, que
sirve de guía para comportamientos posteriores; requiere criterios internos de actuación
que suelen tener pero que puede que no tengan una clara conceptuación y
formulación. El profesor a través del modelado puede contribuir a
clarificarlos; respecto al estudio y el aprendizaje es más difícil, ya que los
alumnos creen que saben estudiar. Los criterios se crean también por
instrucción directa y comparaciones de referencia (compañeros, felicitaciones,
etc.); también puede comparar con sus actuaciones anteriores, cuando ya ha
superado los errores, para que no caiga en insatisfacción personal. Las
comparaciones pueden ser: sociales, simbólicas, colectivas, normativas y
autocomparativas.
· Autorrefuerzo
Hacemos cosas para obtener beneficios futuros
y para evitar problemas que podemos anticipar. Pero si son muy lejanos en el
tiempo pierden su eficacia motivadora; son necesarios incentivos externos y
autoincentivos a más corto plazo (alabanzas, premios o reconocimiento social).
Los autoincentivos guían, motivan y orientan la acción con tanta eficacia o
mayor que los reforzadores externos. El autorrefuerzo puede lograrse mediante
incentivos materiales autoproducidos (descansar tras 2 horas de estudio),
siendo fundamental enseñar a autoincentivarse y mediante motivadores
autoevaluativos (sentimientos de satisfacción por el trabajo realizado y
creencias sobre la valía).
Para que el modelo sea eficaz los pasos deben seguirse
sucesivamente tras un contrato con el alumno o con la clase.
Dentro del aprendizaje cooperativo Torre Puente, plantea una
serie de aspectos a tener en cuenta:
· Cooperar
y competir:
Las intervenciones educativas están llenas de
experiencias aisladas en las que una o varias personas participan a través de
la cooperación. Algunos acontecimientos mundiales reflejan el estilo solidario
y conjunto de trabajar, pero hay que avanzar más; se necesitan cambios
individuales en las actitudes y en los comportamientos. Las expectativas de
cambio se concretarán cuando asumamos que la consecución de los logros siempre
es algo “nosotros”.
· Hacer
posible la cooperación en la escuela:
Hay experiencias aisladas de cooperación,
pero lo importante es que el profesor descubra en profundidad el concepto de aprendizaje
cooperativo, conociendo técnicas concretas para llevarlo a cabo. Lo normal es
que el profesor contribuya al aprendiza de los alumnos (él habla y el alumno
escucha), pero también se puede estructurar la clase de forma que unos y no
sólo el profesor, contribuya al aprendizaje de otros. En la estructura
cooperativa los fines se logran sólo si todos los alumnos llegan a ellos, hay
una interacción en la que las acciones de uno contribuyen a la consecución de todos, hay un beneficio
mutuo y las recompensas son compartidas; supone una alternativa productiva a la
competición y al individualismo, no como la solución a todos los problemas
educativos.
En la cooperación subyacen la solidaridad y
la interdependencia. El deseo de aprender está mediatizado por el tipo de
interdependencia social establecido en la clase, por ello la forma de organizar
la clase es fundamental. Poner en práctica las técnicas de aprendizaje
cooperativo conlleva la creencia firme en su validez, el conocimiento de las posibilidades
y limitaciones y persistir.
· Tres
técnicas aplicables a la ESO y al Bachillerato:
-
Rompecabezas II: Se divide la lección en
tantas unidades como miembros tenga cada grupo de trabajo. 1º leen
individualmente su parte; 2º se agrupan para poner en común la información, aclarar
dudas y el profesor explica lo que sea necesario a cada grupo; 3º cada grupo
explica el documento que le ha tocado; 4º evaluación individual y otorgar
calificación en función de la media del grupo. También se puede trabajar con
los profesores para que experimenten las ventajas y limitaciones.
-
Equipo Asistido de Individualización: Eficaz
para matemáticas, requiere adecuada fragmentación de la tarea. Se forman grupos
heterogéneos entre 4 a 6 personas. Dentro de cada grupo se crean parejas (A y
B); cada alumno lee la Hoja de Instrucciones del profesor y pide aclaraciones
al resto del equipo o al profesor, después resuelven los ejercicios de la Hoja
de Problemas-1 y contrasta con su pareja lo correcto de sus respuestas. Si A
responde bien a las 5 primeras cuestiones, pasa a la Hoja de Problemas -2 y si
no vuelve a completar las restantes de la Hoja anterior; y así hasta terminar
las hojas de la lección. Tras ello realiza un Control-1 y si supera con acierto
el 80 %, el B certifica con su firma que el A ha llegado al final de la
secuencia de aprendizaje. Si no alcanza el 80 %, el profesor aclara las dudas y
le da el Control-2 paralelo. Si lo supera debe completar con acierto el Control-1
y le acredita haber llegado al final. Los grupos cambian cada 7 u 8 semanas de
trabajo.
-
Cooperación guiada: Se hace en parejas.
Eficaz para el procesamiento de textos y para redactar. Tiene 6 pasos. El profesor
entrega una lección divisible en partes con sentido; el alumno A comunica oralmente
a B lo que ha entendido y B corrige los
errores de A mediante la escucha activa; ambos dialogan sobre la mejor forma de
elaborar la información para recordarla; hacen lo mismo con la segunda división
intercambiando los papeles. Es muy útil que haya un tercer compañero que
controle el tiempo y el contenido.
· Conclusión
personal: Me ha parecido muy interesante todos los materiales y recursos aportados
por Torre Puente, ya que son claros y muy prácticos; creo que se pueden llevar
a la práctica fácilmente. El más interesante es el rompecabezas II para el
profesorado, ya que pienso que para que podamos poner en marcha otras formas
diferentes de abordar el proceso de enseñanza-aprendizaje, el profesor debe
experimentar previamente los recursos consigo mismo, ya que ello le dará
seguridad, confianza y firmeza en la aplicación, especialmente si previamente
comprueba que las ventajas superan a las limitaciones.
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